La presencia de Trump en el Foro Económico Mundial de Davos
El mundo de la política y la economía se vio sacudido por la presencia de Donald Trump en la última reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos. Este evento, que solía ser un bastión del orden internacional liberal, se convirtió en el epicentro de un cambio radical en la forma en que se perciben las relaciones internacionales.
Un nuevo orden mundial
La llegada de Trump a la Casa Blanca marcó el inicio de una era anti-Davos, donde la idea de un orden mundial basado en la cooperación entre países ha sido reemplazada por un enfoque policéntrico. Este nuevo paradigma, caracterizado por la falta de un orden único y la ausencia de voluntad para crearlo, ha generado un escenario de incertidumbre y competencia global.
El deseo de Trump de desafiar el statu quo internacional ha encontrado eco en diferentes partes del mundo, con una encuesta internacional realizada por el European Council on Foreign Relations que muestra que la mayoría de las personas ven con buenos ojos su presidencia. Sin embargo, este cambio de paradigma ha generado preocupación entre los aliados tradicionales de Estados Unidos en Europa y Asia, que han basado su seguridad en la idea de excepcionalismo estadounidense.
Una crisis global en evolución
La policrisis, caracterizada por la interacción de diferentes crisis en un mundo cada vez más complejo e impredecible, ha llevado a una fragmentación de la sociedad en tribus con prioridades divergentes. Esta multiplicidad de desafíos simultáneos ha generado una competencia por la atención, donde temas como el cambio climático, las migraciones y los conflictos regionales compiten por relevancia.
En este contexto de fragmentación, la suspensión de normas y reglas ha dado paso a un estado de excepción perpetuo, donde las crisis se convierten en armas para promover intereses particulares. La falta de consenso sobre hechos básicos ha llevado a una polisemia, donde la interpretación de la realidad se vuelve subjetiva y conflictiva.
Hacia un nuevo orden global
A pesar de los desafíos planteados por la era anti-Davos encabezada por Trump, los líderes políticos y empresariales presentes en el Foro Económico Mundial de Davos han buscado formas de adaptarse al nuevo orden mundial policéntrico. En lugar de oponerse frontalmente a las políticas del presidente estadounidense, muchos están buscando promover los objetivos globalistas del FEM en un contexto de cambio y disrupción.
A medida que Trump avanza con la implementación de sus políticas, será crucial observar cómo reaccionan los actores globales y si el entusiasmo por su presidencia perdura en el sur global. A pesar de los desafíos planteados por esta nueva era, es improbable que Trump sea el fin de Davos, ya que los líderes políticos y empresariales seguirán encontrándose en este foro durante mucho tiempo. Sin embargo, la agenda del Foro y de otras instituciones internacionales deberá adaptarse a este nuevo contexto global en constante evolución.