Juana I de Castilla, o sea Juana la ‘Loca’, fue una figura super importante en la historia de España en el siglo XVI. Si quieres saber más sobre su historia increíble, aquí te contamos por qué en realidad no estaba loca. ¡Chécalo!
¿Quién era Juana I de Castilla?
Juana I de Castilla nació en Toledo, España, el 6 de noviembre de 1479. Era hija de los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, una de las uniones políticas más influyentes de la península ibérica. Juana creció en un ambiente mega político y recibió una educación humanista súper reconocida en su época. Se casó en 1496 con Felipe el Hermoso, archiduque de Austria e hijo del emperador Maximiliano I del Sacro Imperio Romano Germánico. ¡Qué historia, ¿no?!
¿Por qué le decían Juana ‘la Loca’?
La locura de Juana ‘la Loca’ empezó a ser conocida por rumores y testimonios que decían que tenía comportamientos emocionales mega intensos, en especial después de la muerte de su esposo Felipe el Hermoso en 1506. Se decía que la reina estaba mega afectada por la muerte de Felipe y mostraba señales de un duelo extremo, negándose a enterrar el cuerpo por un tiempo muy largo. Pero, como no se puede creer todo lo que se escucha, distintos historiadores consideran que estas actitudes fueron exageradas o manipuladas. ¡Mucho drama en la realeza!
¿Qué hizo Juana ‘la Loca’?
Aunque no pudo gobernar activamente debido a su encierro, la figura de Juana fue clave en la historia de España. Se convirtió en un símbolo de resistencia y representa a una de las primeras mujeres en la historia moderna europea cuya autoridad fue anulada bajo el pretexto de una presunta incapacidad mental. Su historia ha provocado una revisión crítica sobre cómo han sido tratadas las mujeres en la política a lo largo de los siglos, y genera importantes reflexiones sobre el poder, el género y la legitimidad. ¿No crees que es bastante interesante?
