El Papa Francisco celebra su duodécimo aniversario en el hospital Gemelli de Roma, donde se encuentra internado desde hace casi cuatro semanas. La incertidumbre sobre su salud y futuro pontificado se ve reflejada en esta conmemoración, marcada por un pastel y velas ofrecidas por el personal médico. A pesar de su estado estable, la prolongada hospitalización del pontífice de 88 años plantea dudas sobre su recuperación y capacidad para continuar con su misión.
Un aniversario atípico en el hospital
El Papa Francisco sigue estable según fuentes del Vaticano, pero su recuperación requerirá tiempo debido a su edad y a la neumonía bilateral que enfrenta. A pesar de mejorías confirmadas en su estado de salud, continúa bajo asistencia respiratoria y sigue con su tratamiento y fisioterapia. La sencilla celebración de su aniversario simboliza su mejoría y el apoyo del personal médico en el hospital.
Incertidumbre sobre el futuro del pontificado
Expertos como el padre Michel Kubler señalan que la prolongada hospitalización del Papa Francisco ha generado dudas sobre su capacidad para retomar su ritmo habitual. Especulaciones sobre una posible renuncia aumentan, especialmente tras su convocatoria a un consistorio de cardenales. A pesar de delegar algunas tareas administrativas, su ausencia en público y la falta de imágenes recientes generan incertidumbre, especialmente en un año clave para la Iglesia.
El impacto de su salud en la Iglesia católica también se hace evidente, ya que su continuidad en el cargo y el rumbo de la institución estarían en juego en caso de un empeoramiento de su estado. Su legado de reformas inconclusas, como la inclusión y la descentralización en la Iglesia, también están en la balanza. Aunque muchos de sus proyectos han generado oposición, su futuro en el Vaticano sigue siendo una incógnita que mantiene en vilo al mundo católico.
Con información de AFP.