Mil noventa y nueve días han pasado desde el fatídico 5 de marzo de 2022 hasta el 8 de marzo de 2025. Dos fechas que marcaron hitos en la historia del fútbol queretano. La primera, recordada por la violenta pelea entre las porras del Club Querétaro y el Atlas, provocada en parte por comentarios irresponsables de figuras mediáticas como David Medrano y Enrique Bermúdez de la Serna. La segunda fecha, que ocurrió ayer, marcó el levantamiento del castigo impuesto a la Resistencia Albiazul, la emblemática porra conocida como #Kikiriki.
El comunicado emitido por la Liga MX el sábado 8 de marzo declaró que el Estadio Corregidora seguirá siendo un espacio exclusivamente familiar, promoviendo la emoción del fútbol en un ambiente seguro para todos los aficionados que buscan disfrutar de su pasión por el deporte. Sin embargo, hubo cierta falta de claridad en el comunicado, ya que no se mencionaron nombres ni apellidos, ni se explicó de manera explícita que la decisión de no permitir el regreso de la porra radical a la tribuna es parte de un plan más amplio que busca sentar precedentes para futuras acciones contra otras barras.
La ausencia de la Resistencia Albiazul en la cabecera norte del Estadio Corregidora, que fue su hogar durante más de 22 años, es una medida con fundamentos sólidos. El objetivo es prevenir tragedias como la del aficionado de Xolos que fue asesinado de un disparo en la cabeza en el estadio Caliente, o el incidente en Torreón donde una camioneta con seguidores de Santos atropelló a aficionados de Rayados, resultando en la muerte de una mujer. La Federación Mexicana de Fútbol busca reducir el riesgo de violencia, consumo de alcohol y drogas, y promover un ambiente más familiar en los estadios.
En apariencia, el estadio Corregidora no ha cambiado mucho desde aquel 5 de marzo, el equipo sigue sumido en una racha de fracasos que parece interminable. Sin embargo, bajo la superficie, se están moviendo intereses y dinero: la directiva de Gallos Blancos ha visto un incremento en sus ventas desde que la Resistencia Albiazul dejó de ocupar su lugar en la cabecera norte.
### El impacto en la comunidad futbolística
La decisión de la Liga MX de prohibir el regreso de la porra radical al estadio Corregidora ha generado un debate en la comunidad futbolística. Algunos argumentan que es una medida necesaria para garantizar la seguridad de los espectadores y prevenir incidentes violentos, mientras que otros opinan que se está coartando la libertad de expresión de los aficionados.
Según expertos en seguridad deportiva, la presencia de barras bravas en los estadios representa un riesgo para la integridad física de los asistentes y puede desencadenar situaciones de violencia que van en contra del espíritu deportivo. Es fundamental encontrar un equilibrio entre la pasión por el fútbol y el respeto por las normas de convivencia en espacios públicos.
### El futuro del fútbol queretano
A medida que el Estadio Corregidora se prepara para recibir a nuevos aficionados y familias en un entorno más seguro y controlado, se vislumbra un cambio en la dinámica del fútbol queretano. La ausencia de la Resistencia Albiazul en la cabecera norte podría marcar el comienzo de una nueva era en la que la convivencia pacífica y el respeto mutuo sean los pilares de la experiencia futbolística.
La comunidad futbolística de Querétaro espera con expectación el próximo capítulo de esta historia, en la que la pasión por el fútbol se mezcla con la necesidad de mantener la seguridad y el orden en los estadios. Solo el tiempo dirá cómo evolucionará esta situación y qué impacto tendrá en el futuro del deporte en la región.
