La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) ha levantado la voz en respuesta a la reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% sobre las importaciones de acero de cualquier parte del mundo. Ante esta medida, Canacero ha solicitado al gobierno mexicano que tome medidas arancelarias recíprocas contra los productos siderúrgicos estadounidenses en caso de que México no sea excluido de esta imposición.
La imposición de estos aranceles, que se espera entren en vigor a partir del próximo 12 de marzo, tendría un impacto significativo en las exportaciones de acero mexicano, afectando alrededor del 75% de las exportaciones, que alcanzan los dos mil 100 millones de dólares. Esta situación no solo pone en riesgo empleos e inversiones clave en México, sino que también afectaría a toda la cadena metalmecánica de Norteamérica y comprometería la competitividad y la integración de la región en su conjunto.
Según Canacero, la prioridad debería ser abordar la amenaza del exceso de capacidad de acero proveniente de China y otros países asiáticos, en lugar de imponer aranceles injustificados al acero mexicano. La industria siderúrgica mexicana respalda los esfuerzos del Gobierno de México para lograr la exclusión definitiva del país de la Orden Ejecutiva recientemente comunicada por el Gobierno de Estados Unidos. Sin embargo, en caso de no lograr esta exclusión, Canacero considera que será necesario aplicar represalias recíprocas sobre los productos siderúrgicos estadounidenses.
Impacto en la industria acerera mexicana y estadounidense
La Canacero ha destacado que Estados Unidos exporta más productos al mercado mexicano de los que México exporta a Estados Unidos, generando un superávit de 2.3 millones de toneladas a favor de la industria acerera estadounidense. Esta disparidad en el intercambio comercial entre ambos países plantea dudas sobre la justificación de imponer aranceles al acero mexicano, especialmente cuando se considera el impacto negativo que tendría en la economía y el empleo en México.
La imposición de aranceles al acero mexicano no solo afectaría a la industria nacional, sino que también tendría consecuencias en la cadena de suministro y producción de la región de Norteamérica en su conjunto. La integración de las economías mexicana y estadounidense en la industria del acero es fundamental para mantener la competitividad y la estabilidad en la región, por lo que cualquier medida que afecte esta integración podría tener repercusiones a largo plazo.
Llamado a la cooperación internacional y la razón económica
Ante esta situación, Canacero ha instado a la cooperación internacional y a la defensa de la razón económica como principios fundamentales para resolver esta disputa comercial. Es crucial que los gobiernos de México y Estados Unidos encuentren una solución que proteja los intereses de ambas naciones y evite una escalada en las tensiones comerciales entre los dos países.
La industria siderúrgica mexicana confía en que el Gobierno de México continuará trabajando para lograr la exclusión definitiva del país de los aranceles impuestos por Estados Unidos, y espera que se pueda llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes. En última instancia, la estabilidad y el crecimiento económico de la región de Norteamérica dependen de la cooperación y el diálogo entre los países involucrados en esta disputa comercial.