Las armas provenientes de Estados Unidos alimentan el crimen en México
Un informe revelador de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) destaca que la mayoría de las armas recuperadas en México provienen de Estados Unidos. Entre los años 2017 y 2021, el 74% de las armas de fuego utilizadas en el crimen internacional rastreadas hasta un comprador tuvieron su origen en Estados Unidos. Los estados de Texas, Arizona y California son los principales proveedores de armas a los cárteles mexicanos, en particular al Cártel de Sinaloa y al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Los puntos clave del informe
Según el estudio, durante los años 2022 y 2023, se identificó que el 43% de las armas utilizadas por el crimen organizado en México provenían de Texas, seguido por un 22% de Arizona y un 9% de California. En total, el 82% de las armas estadounidenses recuperadas en México terminan en zonas controladas por el Cártel de Sinaloa y el CJNG. La ATF ha detectado cinco rutas principales de tráfico de armas hacia México, que representan el 32% de todos los aseguramientos.
El impacto en la seguridad mexicana
Las pistolas son las armas más frecuentemente recuperadas en México, representando el 50% del total de armas aseguradas entre 2022 y 2023. La pistola Glock de 9 mm es la más común, con un 4% del total de armas aseguradas. El tiempo transcurrido entre la compra y la comisión del crimen en las armas rastreadas en México fue de 5.6 años en promedio.
El llamado a la acción y la responsabilidad
Estos hallazgos confirman las preocupaciones del Gobierno Federal sobre el tráfico de armas desde Estados Unidos y su impacto en la violencia en México. En una conferencia de prensa, la Presidenta Claudia Sheinbaum y el fiscal general Alejandro Gertz Manero señalaron una «conspiración» para el tráfico ilegal de armas que beneficia a los cárteles. La Fiscalía General de la República (FGR) solicitó el rastreo de 50 mil 409 armas a las autoridades estadounidenses entre 2022 y 2023.
En un mundo donde las armas y la violencia son una realidad, es fundamental reflexionar sobre la responsabilidad de cada individuo en la prevención del crimen y la seguridad de nuestras comunidades. ¿Qué acciones podemos tomar para detener el flujo de armas ilegales y proteger a nuestras familias y vecinos? La respuesta puede estar en la conciencia colectiva y la colaboración internacional para abordar este desafío global juntos.
